
"... Y sé que dejo esa senda conocida, en la que me sentía reconfortada al caminar: la luz, la sombrita, la brisa que perfumaba,..y a quienes me llevaban de la mano o tiraban de ella... la dejo con mucha pena porque he sido muy feliz. La dejo valorando tantísimo lo que durante ese camino he encontrado. La dejo con el pánico de entrar en una ruta desconocida con demasiados claroscuros, con demasiados prejuicios que me apretan y me pellizcan el alma... y sólo intento que todo esto no me acobarde ni me haga volverme atrás sin luchar ni confiar... Y experimento la vulnerabilidad por la desnudez de todo lo que me protegía.
Pero llevo en el equipaje de mano los regalos que he intentado incorporar en mi vida: regalos de acogida, de cariño, de poner a la persona en el centro, de diálogo, de comprensión, de solidaridad, de presencia, de constancia, de sonrisa, de lucha ilusionada, de confianza en quien tienes delante y en Dios, de capacidad de sorprenderse, de imaginación, de capacidad de reirse de uno mismo, de exprimir lo cotidiano que es por donde pasa y celebra la VIDA...
... tantos y tantos otros regalos ...
...que yo también tengo que ofrecer porque a mí me han servido mucho en mi ruta para acercarme a Dios..."
(de mi cuaderno, 30 de julio de 2007)
Gràcies......................................... GRÀCIES!!!!